Rótulos esmaltados del acero al arte
Las señales esmaltadas son un elemento decorativo y funcional muy popular desde hace décadas. Desde señales de tráfico y números de casa hasta anuncios y placas de identificación vintage, el esmalte tiene un aspecto único y atemporal que queda bien en muchos interiores y exteriores. Pero, ¿cómo se fabrican realmente estas brillantes y coloridas señales? Detrás de cada rótulo esmaltado hay un meticuloso proceso de trabajo del metal, coloración y acabado, en el que las técnicas tradicionales y la artesanía desempeñan un papel fundamental. En este artículo, nos sumergimos en el fascinante mundo del esmaltado y le mostramos paso a paso cómo se crea un rótulo esmaltado, desde la placa de metal en bruto hasta una bella obra de arte acabada.
Preparación del rótulo metálico
El proceso comienza con la elección de un tipo de metal adecuado, en este caso acero. Este metal es resistente y proporciona una buena base para que se adhiera el esmalte. El letrero metálico se corta a medida, se prensa en el volumen y se limpia a fondo para eliminar grasa, óxido u otros contaminantes. La “limpieza” puede hacerse químicamente (con menos frecuencia), pero normalmente el metal desnudo se introduce en el horno a 900°C para que toda la grasa y la suciedad se quemen literalmente.
Una superficie limpia es esencial para evitar que el esmalte no se adhiera correctamente o muestre imperfecciones.
Aplicación de la capa de fondo
A continuación, se aplica una capa de fondo denominada “esmalte de imprimación”. Esta capa crea una base sólida para las siguientes capas de color y acabado. El esmalte, a menudo en polvo o líquido, se extiende sobre el metal y el rótulo se introduce en el horno a temperaturas de entre 800 y 850 °C. A este calor, el esmalte se funde y se adhiere al metal. A este calor, el esmalte se funde y se adhiere al metal, creando una base sólida y lisa. Después de enfriarse, se inspecciona la base para asegurarse de que se ha aplicado uniformemente.
Aplicación de las capas de color
Tras una base sólida, puede comenzar el trabajo creativo. Los colores se aplican con esmalte coloreado en polvo o pigmentos. Esto puede hacerse manualmente utilizando técnicas como las plantillas o un trabajo de precisión con un pincel. Cada color se aplica por separado y se cuece en el horno (ya que cada color tiene su propia temperatura), donde se transforma en el aspecto de cristal liso. Para diseños complejos, el rótulo puede hornearse varias veces para que cada capa se funda y adhiera por completo. Este proceso confiere al esmalte sus vibrantes colores y su intenso brillo.
Capas finales – detalles
En algunos casos, se utiliza una lámina de esmalte especial para los detalles más pequeños. La lámina esmaltada es el material en el que se imprimen los detalles más pequeños en una máquina especial con colores esmaltados en las capas más pequeñas. Esto no es necesario en la mayoría de los casos, ya que muchos detalles pueden ser aplicados por las manos expertas del fabricante.
Inspección y acabado
Todos los procesos se inspeccionan minuciosamente, y todas las capas se fusionan para crear un acabado duradero, resistente a los arañazos y a la intemperie. El resultado final es un rótulo esmaltado que conserva su color y calidad durante años, incluso cuando se cuelga en el exterior a plena luz del sol. Esta es la razón por la que los rótulos esmaltados están volviendo a estar de moda, ya que los rótulos de aluminio estándar no lo consiguen, ni siquiera con todas las láminas especiales de protección contra los rayos UV. De todas las señales que se pueden ver en el mundo, las esmaltadas siempre tienen el mejor aspecto.
El resultado: una obra de arte atemporal
Los rótulos esmaltados son más que una simple señalización o decoración. Son pequeñas obras de arte que reflejan artesanía, precisión y paciencia. Las capas de esmalte y la cocción a altas temperaturas crean una señal que resiste el desgaste y los elementos. Tanto si se trata de una valla publicitaria vintage como de un número de casa, las señales esmaltadas ofrecen una belleza duradera con un aspecto clásico.
